Miedo..... una palabra que a muchos nos hace sentir incómodos, que todos hemos sentido alguna vez y que es la emoción más básica y primitiva del ser humano. Emoción cuya función es protegernos, cuidarnos, hacer que estemos alerta y que sobrevivamos; pero, qué pasa cuando ese miedo nos rebasa?, nos supera?, se vuelve irracional?....
Esta semana tuve la gran oportunidad de viajar, (y si soy sumamente agradecida de tener esta oportunidad), sin embargo viajar o volar, representa para mi el enfrentarme al peor de mis miedos.... NO ESTAR EN CONTROL.
Soltar para mi no es algo fácil, es sentirme vulnerable y desprotegida, incómoda y rebasada por mis emociones y nada representa esto más en mi vida que viajar en avión.
Sin embargo, en este viaje algo que aprendí es que cuando nos permitimos mostrarnos vulnerables con quienes amamos y nos aman, abrimos las puertas a un sinfín de apoyo, comprensión, cariño y de todo esto tomamos fuerzas y valor para seguir adelante, para enfrentar ese miedo y demostrarnos a nosotros mismos que también somos estos que en momentos no tienen el control de las cosas, que son vulnerables, que sufren y que sueltan para disfrutar de lo que no está en nuestras manos.
Gracias a quienes se suman a mi red de apoyo en cada uno de esos momentos, a los que eligen hacerlo y a los que el destino pone en mi camino.
Del miedo aprendo lo fuerte que soy pero también que no necesito serlo todo el tiempo, que en la vulnerabilidad se recibe el más maravilloso amor.